Mi querida Mª Jose
Intentare recordar los años de escolarización en el instituto, porque del centro después de tantos años en el, es parte de mi cotidiana vida. Mi primer curso, de los seis años que duro el bachillerato, fue en 1967-68. Este año fue el primero en que el centro fue mixto ya que desde que comenzó en 1953-54 había sido solo masculino. Las chicas que querían estudiar bachillerato tenían que salir de Alfaro a colegios religiosos privados, de las ciudades como Corella, Tarazona, Calahorra….. o prepararse por libre y luego examinarse en el instituto de Calahorra y en dos días, en que duraban los exámenes demostrar que estaban aptas en el curso con todas las asignaturas. Se por mi cuñada Mª Dolores Bonafuente que el colegio de las hermanas Carmelitas de la Caridad tuvieron en el año 62 el curso de bachillerato administrativo y que lo cursaron un grupo de chicas de Alfaro entre las que se encontraban ella y tu misma además de veintiuna alumnas mas.
En primero mis compañeras eran de Alfaro y prácticamente me acuerdo de todas y unas cuantas son mis amigas “de toda la vida”. A partir de tercero tuve algunas compañeras de fuera del pueblo que residían en el colegio del Amor Misericordioso y recuerdo sus nombres Manuela, Arancha, Mª Ángeles etc.…
Anécdotas en clase recuerdo muchas: el miedo a salir a la pizarra en clase de matemáticas. El profesor llevaba una bolsa con bolas numeradas tantas como alumnas del listado y llegado el momento aleatoriamente se sacaba de la bolsa la temida bola y te tocaba explicar lo que te pidiera. Otra, la implantación del uniforme con el agravio comparativo de que las chicas no podíamos llevar pantalones, enfado, una por ser diferentes a los compañeros otra, por el frio que pasábamos. Él ordenanza que tenia mucha autoridad nos inspeccionaba al entrar y si no ibas “correcta” nos mandaba a casa. Recuerdo la ilusión del traslado desde la Abadía (edificio “viejo” “frio” en donde nuestro afán, salir a los grandes balcones y otear la llegada de los profesores que venían corriendo a darnos clase) al nuevo centro instituto Gonzalo de Berceo ubicado en el paseo de la Florida, allí estaban los chicos y aunque la enseñanza en aquel momento no era mixta íbamos a estar juntos, entrando eso si por diferentes puertas.
Me gustaría nombrar a todos los profesores por que me acuerdo de todos los que me dieron clase, no así de los “verdaderos” nombres, así que hay lo dejo. Algunos con la distancia del tiempo los veo de manera diferente a cuando era alumna.
Para mi el paso por el instituto fue un periodo estupendo de formación y divertimento.
Recordar excursiones y actividades: las que en aquellos años se programaban a sitios cercanos pero que a nosotros nos parecían maravillosos y estupendos. Recuerdo que las hicimos con los “chicos” este detalle hoy en día es una tontería pero en el año 1970 era todo un acontecimiento para vivirlo intensamente. Fuimos a Soria y sus alrededores, con los profesores D. Fernando Ferrero, Pilar Novales, Mª Jose Martínez para hacer la ruta “Antonio Machado” con visita a la tumba de su esposa Leonor así como a las orillas del Duero observando los álamos en el paseo hasta la ermita de San Saturio .
En otra fecha fuimos a Ejea de los Caballeros con el profesor de historia. También, los fines de semana, los sábados, jugábamos en liga a baloncesto con diferentes colegios e institutos de la provincia, las Teresianas, la Enseñanza Adoratrices en Calahorra y Logroño respectivamente; nos acompañaba nuestra profesora de E.F. Mª Jose que nos entrenaba en la Abadía y que casi tenia la edad de alguna de las alumnas del curso, pues en este primer año estábamos alumnas con 10 y algunas con 20 años.
Con especial cariño recuerdo la preparación de lo que llamábamos “3º al día” con la ayuda de los chicos mayores, la ilusión con que lo hicimos y los buenos ratos que pasamos ensayando.
Para terminar el edificio, en el que tengo muchas vivencias, lo he visto cambiar en cada década y son varias, no tiene nada que ver lo que es ahora ni en contenido ni en continente.
Ya no existe los animales: gallinas, vacas, cerdos. Tampoco existe la capilla, ni la piscina y los comedores se han convertido en clases de reciclaje de papel y de otras necesidades de nuevas tecnologías. En fin, el centro se va adaptando a los nuevos tiempos.
Aprovecho esta ocasión para saludar y animar a todos-as que pasamos por el centro y contar esos momentos de la adolescencia que no volverán pero que gusta recordar o que te lo cuenten cada uno a su manera. Mª Asun Ba
Alfaro 4 Abril 2010
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