lunes, 3 de mayo de 2010

Miguel Ángel Ríos Galdamez




Miguel Ángel Ríos Galdamez

Ex - alumno FP II Electricidad

Cursos de escolarización. 
Comencé mis estudios de formación profesional en el año 1990 y terminé en el año 1994, como puedes ver no cuadra en cuatro cursos realizar cinco cursos, pues sí, todo ello gracias a un profesor Fernando Azofra. Yo por entonces procedía de primer curso de BUP, y podía haber pasado a segundo curso de BUP pero no me convencía, por lo que me cambié a FP y con las asignaturas convalidadas de bachiller a FP realicé 1º y 2º de electricidad en el mismo curso.
En el año 1994 emprendí mi marcha universitaria primero por Ingeniería Técnica Eléctrica hasta el año 1997 y desde el año 1998 hasta el 2000 en Ingeniería Industrial.
Tras mi paso por la empresa privada, por la Universidad de la Rioja y los IES de Arnedo y Calahorra en el curso 2008-09 aparezco de nuevo en aquellas aulas donde estudié, pero ahora como docente con gran satisfacción y gozo para mí.
Profesores que te dieron clase en las diferentes asignaturas. 
Aquellos profesores que recuerdo son aquellos que de una forma u otra dejaron una impronta para mí.
Área Practica: Agustín Labarta, Fernando Azofra por lo anteriormente comentado, Toño Marín con los sistemas automáticos. José Ángel me introdujo en el mundo del sonido y la radiofrecuencia, además fue el que aconsejó a mí y a mis padres a continuar estudiando. 
Lengua: Mª José Subirán, Roberto y en 3º curso un profesor que me ayudó a disminuir las numerosas faltas de ortografía de forma totalmente personal.
Física y química: Ana
Dibujo: Alicia
Matemáticas: Pedro Guillorme armado de paciencia con aquellos cazurros.
Educación Física: Mª José Martínez, solamente nos dio clase los cinco años, recuerdo que éramos todo chicos el tiempo que nos dejaba libre después de realizar los circuitos jugaba con nosotros y algún que otro balonazo recibía, algunos accidentales.
Compañeros que recuerdas y ¿por qué?
En clase éramos muchos en 1º y 2º, pocos después de 3º a 5º por lo tanto no son muchas las anécdotas, pero de la que no se me olvida es la de Roberto Almendáriz durante todos los días y todos los cursos se nos dormía a primera hora en clase.
Todavía mantengo el contacto después de 15 años con Miguel Ángel Arévalo, un chico de Igea de estos noblotes, de buena pasta, de estos “de pueblo”, de los que ya no quedan. Íbamos a las fiestas de los respectivos pueblos, luego nos invitamos a las bodas, a los nacimientos de los hijos etc.
Actividades
- Realizamos una excursión a la Muela, el primer parque eólico cuando estaban los aerogeneradores en prueba, aquello que sólo existía en Tarifa en condiciones muy especiales para producir electricidad.
- Visita a una exposición de material eléctrico en Bilbao detrás del estadio de San Mames, con tiempo libre por la tarde para visitar Bilbao.
- Instalación de una emisora de radio aficionado con José Ángel, lo que nos permitía ponernos en contacto con otros radioaficionados de España y Europa, a través de códigos internacionales. Posteriormente me preparé mi propio equipo con su ayuda.
- Una de las experiencias que aún hoy en día recuerdas con algún compañero son los preparativos y organización del viaje de estudios, fiestas en los bares, conciertos, camisetas, lotería, desfiles etc. Con la madurez del paso de los años 18 -19 sabías que había que buscarse la vida para aminorar el coste del viaje, y así fue, el viaje a Tenerife nos salio prácticamente gratis.
Las prácticas en empresa eran voluntarias, educación daba una cantidad de dinero a las empresas, las cuales devolvían a los alumnos con alguna propina, lo que te permitía asegurarte unas buenas vacaciones en Tenerife, con la fuerza de la juventud sana y el dinerito fresco en el bolsillo era la combinación perfecta para pasar 14 días intensos e inolvidables. No parabas ni un minuto de realizar visitas turísticas por la mañana y festivas por la noche.
Recuerdo con Ochoa, Almendariz, Oradre y un servidor alquilando un coche y disfrutando de forma intensa. Todos los días íbamos a un pueblecito de pescadores, donde nos servían estupendos vermuts antes de comer y cenar al atardecer, económicos pues no estaba explotado turisticamente.

De tus experiencias en el centro 
El respeto, el acercamiento y la confianza mutua que existía entre los profesores y los alumnos, el interés de los alumnos por aprender.
La autonomía que adquiría el alumno conforme maduraba y pasaba de curso, todos sabíamos cual era nuestro objetivo, el compañerismo y el trabajo en equipo.
Que recuerdas del edificio
Del centro recuerdo los talleres de electricidad y mecánica que con la aparición de la ESO fueron remodelados.
Un espacio oscuro que existía en hall siempre estaba cerrado, por lo que nunca supimos lo que allí había, con el paso de los años se transformo en una curiosa biblioteca.
El color amarillo crema monótono que cubría todos los pasillos y aulas en las que no se sabía donde finalizaba una y comenzaba el otro, el cual fue sustituido por colores chillones y llamativos.
Los pabellones deportivos donde jugábamos y disfrutábamos como locos, para refrescarnos en la cantina.
Existía un campo de tierra enfrente del gimnasio y con el buen tiempo Mª José nos dejaba salir un ratillo a jugar al fútbol, ahora ha sido sustituido por un elegante jardín.
Los invernaderos de los agrícolas, sustituidos por el pabellón.
Recuerdo también los laboratorios de química donde “el Sebas”, nos dejaba atónitos y con la boca abierta con alguno de sus inventos o sus reacciones químicas.
Conclusión
Aquellos maravillosos años ya no volverán, pero reflexionando y viendo desde el año 2000 hasta 2009 y realizando una comparativa, los chicos de entonces éramos más noblotes, el profesor te tenía que decir las cosas sólo una vez, había respeto a compañeros, profesores etc.
Bueno que parezco al abuelo cebolleta, no sé si es exactamente esto lo que querías,
Espero y deseo que te sirva de algo.

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